Lo celebramos con café

Hoy decoraría mi mundo mucho más triste de no ser por ti... Ahora mismo estaría con un café en una mano, y un poco de sal en la otra, pero no lo hago porque te estoy esperando... Haré un esfuerzo, el mayor de todos, porque es tu día, y porque ahora, los que compartimos son escasos y ansiados. Me acostumbré a tenerte cada día y ahora no sé llorar sin ti, pero tampoco contigo. Espero que allí, en tu nueva vida, no me estés echando tanto de menos como yo a ti, porque tan alejada, debe doler (más)... No voy a darte el mejor de los cumpleaños, hoy no puedo, no esta vez, pero prometo que todo lo que haga y diga, va a ser con el corazón, ese que tan mal tenemos las dos, en la mano. Y me da igual si se para, o si decide explotar, hoy no importa.

Que bien que aparezcas justo el día que tanto te necesito, que bien que nacieras justo en la vida en la que tanto te necesito.

Tarde de verano, cigarro, palabras y café del tiempo contigo, como en los jóvenes tiempos... A ti no sé, pero a mí no se me ocurre una forma más perfecta (de vivir, digo jejeje)

Sigo adorándote, desde aquel día que me cogiste del brazo en el patio del colegio para dar una vuelta y yo me sentí la chica más popular del mundo jajaja... Sigo agradeciendo que aún no me hayas soltado, aunque no pueda sentirlo. Sigo adorándote como adoro todos los recuerdos que tenemos, porque diría que eres con la persona que más momentos de los vividos, tengo grabados a fuego en todas partes.

Y como diríamos en aquellos años, que te quiero con el alma, que eso nunca muere.
Y como diríamos ahora que te quiero con el alma, que eso nunca muere.

¿Ves, amiga? No todo van a ser cambios en esto de crecer.