lunes, 8 de agosto de 2011

El camino de Santiago

y el mío.
Que lo importante es el camino, que más vale pensar en lo caminado y no en lo que está por venir.
Que no hay éxito..





                        


sin esfuerzo,











Que cuando crees que no puedes más, siempre siempre puedes un poquito más, y luego otro poquito, y luego otro. Que cada paso es imprescindible, aunque no les demos importancia, o todo lo contrario, aunque duela cada uno de ellos, es porque son necesarios. Y realmente son los que más recuerdo.
Que la mente y la actitud lo son todo.
Que es imprescindible tener algo o alguien en lo que apoyarse.
Que el dolor, y el cansancio son pasajeros, que detrás de una cuesta siempre había un camino llano de eucaliptus esperándome.
Que pensar en abandonar ... todos los días... varias veces... no es abandonar
Que las risas son el mejor remedio casero.
Que mi mente hace que siempre me quede con lo bueno, incluso esta vez.

Que el camino, es todo lo bonito que tú quieras que sea.

Que basta con bajar la mirada para perderte los mejores amaneceres del mundo, y las palabras más adecuadas, y que al contrario, sólo con quererlo puedes ver el día más perfecto del mundo bajo la lluvia.
Cansada, cansada tras una semana ya aquí.
Cansada y repuesta como quién tiene 12 años y vuelve de un campamentos y se pasa 18 horas seguidas durmiendo. Con dolor de pies y piernas aún, pero bastante contenta aunque sólo sea por haber vuelto a hacer algo que siempre he querido, aunque no fuera, ni lo haya disfrutado como debiera.

1 comentario:

  1. Vaya, veo que te cundió bastante el camino ;) me duelen los pies solo de leerte jajaja

    Bueno, aunque dices que no disfrutaste como debieras, seguro que te vino bien, de todo se recoge momentos que valen la pena...

    Te dejo un besito, caluroso eso si, porque hoy no me he derretido de milagro.

    Muaks!

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