viernes, 26 de marzo de 2010

(Auto)destrucción

Como quien se despierta aún borracha en una cama que no es la suya, en una habitación que no reconoce, tal vez la de un hotel, con el maquillaje corrido, despeinada y casi desnuda, e intenta llegar a su casa, aún con los zapatos de tacón puestos, andando de lado a lado de la acera en pleno día, pero sin poder mantenerse en pie, no al menos sin ir apoyándose en las paredes...

Y cierra los ojos, porque no puede mantenerlos abiertos, porque le pesan horrores los párpados, y porque con tanta luz, es dificil ocultar su estado... Y porque esas miradas, esas miradas que siente que le juzgan, le atraviesan.

Y sigue andando, abrazándose con sus propios brazos, tratando de tapar con su piel, lo que su ropa deja al descubierto, deseando ser invisible por una vez, o por muchas. Mientras sigue caminando de lado a lado, aún sin equilibrio, y sin saber en qué momento de la noche perdió su bolso, su tabaco y su dignidad, y sin esperanzas ya de recuperarlos.

Con ese sabor a noche en la boca...

Y sigue andando, sin recordar como había llegado exactamente a esa situación, pero teniendo la certeza de que sólo ella misma era la causante... Sintiéndose doblemente mal, porque no sabe salir de la emboscada que ella misma se ha preparado, porque al ser la causante, es también la solución.

Y sigue arrastrándose, con aquella horrible música de fondo en su cabeza y apoya su mano en un escaparate y agacha la cabeza porque siente náuseas, ganas de vomitar, de vomitar palabras, de escupir verdades. Y se ve reflejada en ese cristal y siente vergüenza, y no se reconoce... Y corre, corre como si escapara del tiempo, de su reflejo y de sí misma, y se cae en su huída, vuelve a levantarse y reemprende su marcha, y tropieza de nuevo rompiéndose el tacón de sus zapatos, sus rodillas sangran y sus lágrimas son negras... Mira sus manos porque no las siente, y no puede apoyarse en ellas para levantarse de nuevo. Y lanza un zapato lejos, o cerca, no lo sabe porque ha perdido todo tipo de noción de la realidad. Sólo recuerdos, sólo imágenes, una cremallera, una mano sujetando una copa de whisky, hielos deshaciéndose, un cigarro consumiéndose, risas distorsionadas con bocanadas de humos saliendo de ellas, y ruido de fondo, pero muy lejano...

Y se arrastra hasta un rincón de la calle en el que no moleste, en el que no interfiera en el camino de los que sí lo tienen y se acurruca, escondiendo su cara contra sus rodillas, para que nadie pueda reconocerla e intentar salvarle y se deja dormir... y teme despertar

5 comentarios:

  1. que bien escribes jodía!! voy a teenr que contratarte ejejje
    besos!

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  2. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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  3. Pues a ver si me ayudas que tengo que escribir un guion pa mañana y no se me ocurre na :( beuno tengo mas o menos la historia pero no me acaba de gustar, es la del cocinero que se venga de su jefe, no se si te lo ocnte ya.
    Bueno voy a ver si se me ocurre algo ;)
    besos guapa!!

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  4. Creo q em autocensuré intentando editar algo...tonta q es una

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